I.
El
ARTE COMO CREACIÓN Y COMO EXPERIENCIA.
El término arte se utiliza
en muchos sentidos. Podemos decir que “cocinar bien es un arte”, y de que
alguien que hace algo con habilidad decimos que “es un artista”.
Los distintos usos del
término arte tienen en común el significado de “hacer” o “producir” algo con
cierto método, siguiendo unas reglas o de acuerdo con un modelo. En este
sentido es también una “acción productiva”.
1.)
EL ARTE COMO UNA FORMA DE CREACIÓN HUMANA.
El origen del término es el
griego téchne, que tiene su equivalente en el término latino art (arte). El
término griego encierra el matiz de arte manual, que requiere cierta habilidad
en el hacer y conocimiento del oficio, matices que hoy se conservan, de alguna
manera, en el concepto de arte cuando lo usamos para designar las bellas artes y sobre todo el concepto
de artista.
Aristóteles considera que
es arte es el resultado de la experiencia, que supone también un conocimiento
teórico que se aplica a la producción de algo. En este sentido. El arte es,
para Aristóteles, lo opuesto a lo natural.
Entendida a la naturaleza como algo independiente del hombre, distingue
entre seres naturales y seres artificiales. Estos últimos son el resultado de
la acción humana. En este sentido, el concepto de arte incluye, pues, todo lo
realizado por el ser humano frente a las obras de la naturaleza: lo artificial
o hecho con artificio. De este tipo son los productos de las “bellas artes”
–término que no emplea Aristóteles-: pintura, escultura, arquitectura, música y
poesía.
Hoy el producto de estas
actividades lo llamamos obras de arte. Con esto nos estamos refiriendo a una
clase particular de cosas hechas por el hombre: las que se realizan para ser
contempladas estéticamente. Podemos decir que las obras de arte se oponen a los
“objetos útiles”, que tienen una finalidad distinta de su contemplación
estética, aunque puedan tener también valor estético o cierta belleza que
agrada contemplar.
Un caso particular es el de
la arquitectura porque une a la vez las características de un objeto de arte y
de algo útil, aunque no todo edificio arquitectónico es una obra de arte.
Según Nelson Goodman, hay
dos momentos diferentes en la constitución de una obra de arte. Un primer
momento, al que da el nombre de ejecución, y un segundo, el de su realización,
cuando al ser conocida por otros queda constituida como obra de arte en sentido
estricto. Leemos a Goodman:
“La
novela queda concluida al ser escrita, la pintura al ser pintada, y la obra
teatral cuando es interpretada. Pero la novela abandonada en un cajón, la
pintura amontonada en una despensa y la obra interpretada en un teatro vacío no
cumple su función. Para que la novela funciones, deberá ser publicada de un modo
u otro, la pintura tendrá que ser mostrada pública o privadamente, y la obra
presentada ante el público. La publicación, la exhibición y la representación
ante un público son medios de realización –o modos de que las artes formen
parte de la cultura-. La ejecución consiste en hacer una obra, la realización
en que esta funcione.
2.)
LA EXPERIENCIA ESTÉTICA.
La experiencia como forma
de conocimiento es el medio que tenemos de entrar en contacto con el mundo que
nos rodea. Se inicia a partir de una relación sensible con las cosas. Pero por
experiencia entendemos también la comprensión de esas mismas cosas a través de
nuestra reflexión sobre lo que se nos presenta.
El concepto de estética
procede del griego aisthetiké, que significa propio de los sentidos, es decir,
lo referente a la sensación. Experiencia estética significa, pues, lo mismo que
experiencia: el conocimiento que resulta del contacto con los objetos a través
de la sensación.
Pero hoy el concepto de
estética se entiende de un modo más restringido, como la ciencia que trata de
la belleza y de la teoría del arte, por lo que experiencia estética expresa la
relación del ser humano con las creaciones artísticas y, en general, con todo
lo relacionado con la belleza.
Esta relación se extiende,
ante todo, como una relación contemplativa que genera algún tipo de emoción. Y,
a su vez, la emoción estética es una emoción desinteresada producida por los
valores estéticos, entre los cuales destaca la belleza.
Los valores estéticos están
incorporados a la obra del arte y solo se pueden captar a través de ella. Por
eso, la experiencia estética es siempre una experiencia que tiene que ver con
la sensación porque requiere la presencia del objeto que la provoca; pero
supone también una manera específica de contemplar el objeto solo por él mismo,
sin ningún otro tipo de interés.
Por otra parte, el objeto
de experiencia estética sólo llega a ser tal cuando lo contemplamos de modo
especial, como algo más interesante de lo que simplemente es como objeto real.
Un cuadro es un trozo de lienzo sujeto a las varillas de madera, embadurnado de
pintura colgado en una pared. Y eso es lo que podemos ver en él cuando le
limpiamos el polvo. Pero estéticamente eso no es un cuadro. Cuando lo
contemplamos como obra de arte, vemos
algo muy distinto en él.
Lo mismo sucede al
contemplar la belleza de la naturaleza. Para que la naturaleza pueda ser objeto
de la contemplación estérica, tenemos que transformarla en espectáculo. En ese
momento no se la considera desde un punto de vista práctico, o como algo que se
vaya a utilizar. Al observar un paisaje no pensamos nunca en un terreno en el
que se puede sembrar patatas o construir pisos. En el primer caso hablamos de
un “huerto” y en el segundo de un “solar”.
3.)
REFLEXIÓN ESTÉTICA.
Aunque la palabra estética
se utilizó por primera vez en un sentido práctico parecido al de hoy, como
reflexión sobre los problemas del arte y la belleza, en el siglo XVIII con
Baumgarten, ya desde los comienzos de la cultura occidental –que suele situarse
en el mundo griego- existió una reflexión sobre la belleza y la creación
argentina tanto plástica como literaria.
La estética, también
conocida como filosofía del arte, aunque no sean exactamente sinónimos, es una
parte de la filosofía que se ocupa de problemas como los siguientes:
-
La cuestión acerca de los “bello” o la
belleza.
-
La relación entre naturaleza y arte, en un
sentido más amplio, entre arte y realidad.
-
La distinción entre objetos estéticos y
objetos no estéticos
-
El modo de valorar una obra de arte, etc
3.1) El concepto de
belleza: objetivismo frente a subjetivismo.
El primer tema que analiza
cualquier teoría estética es el de la belleza, o lo que viene a ser lo mismo,
el valor estético de una obra u objeto. ¿Qué es lo que hace estético a un objeto?
¿En qué consiste la belleza?
3.1.1.) La belleza
objetiva: los primeros en adoptar este punto de vista fueron los filósofos
pitagóricos (s.VI a.C), que no hablan de belleza sino de armonía. Para ellos la belleza es una unidad de elementos organizados con cierta proporción.
Esta proporción la entienden de modo matemático, como una estructura armónica
que se capta tanto con la vista como el oído. Aunque para ellos la armonía
tiene que ver principalmente con la música, pronto entre los griegos este
concepto se aplica a las artes plásticas, la escultura y arquitectura sobre
todo. Surgen así los cánones de belleza
del arte griego: entienden que la belleza es calculable matemáticamente, por
estar sometida a reglas que representan o expresan una ley universal. Se trata
de un concepto de belleza racional, perceptible e inteligente. Además los
griegos consideran que la belleza es una propiedad de las cosas y que está
relacionada con la bondad de las mismas. Lo bello es bueno y lo bueno es bello.
La naturaleza es el modelo de
belleza que el arte representa.
3.1.2.) La belleza
subjetiva: A partir del s XVIII, se empieza a tener en cuenta el punto de vista
del sujeto que contempla la belleza. Se entiende cada vez más la capacidad que
tiene el hombre de emocionarse ante la belleza.
Surge así el concepto subjetivo de belleza,
que va adquiriendo importancia a la vez que se rechaza la idea de la belleza
como simple armonía matemática. Se piensa que es la fantasía, como la capacidad
de combinar imágenes, la que hace posible la emoción y la creación estética. La
contemplación de la belleza produce placer en el sujeto, precisamente porque la
belleza depende de la relación entre el sujeto que contempla y el objeto.
En el arte se empieza a dar
más importancia a la creación imaginativa que a la puramente imitativa, y a
valorar obras que no representen de modo exacto a la naturaleza. Para los
filósofos empiristas, por ejemplo, la belleza es considerada como algo
puramente subjetivo. Se entiende que lo bello depende del sentimiento o del
gusto del que contempla la obra. Leemos a David Hume:
“Si
examinamos todas la hipótesis aducidas tanto por la filosofía como por el
sentido común para explicar la diferencia entre belleza y fealdad,
encontraremos que todas ellas se reducen a que la belleza consiste en un orden
y disposición de las partes tal que, sea por la originaria constitución de
nuestra naturaleza, por costumbre o por capricho, es apropiada para producir en
el alma placer y satisfacción. Éste es el carácter distintivo de la belleza y
lo que la hace absolutamente distinta a la fealdad, cuya tendencia natural es
la de producir disgusto. Placer y daño no son, pues, solamente los acompañantes
necesarios de la belleza y fealdad, sino que constituye su esencia misma.”
En la actualidad, el
concepto de belleza sigue siendo un concepto muy complejo, aunque predominan
las que remarcan su carácter subjetivo.
3.2) La realidad y el arte.
La teoría estética se ocupa
también de la relación de la obra de arte con la realidad. A lo largo de la
historia de la estética, unas veces admite que el arte tiene que reflejar la
realidad y otras que esto no es necesario. Entre los griegos, el arte se
entendía como imitación (mímesis) de la realidad natural y también como
expresión de los sentimientos humanos. Pero tenían claro que el arte imita la
realidad sirviéndose de ficciones, creando imágenes de cosas y no cosas reales.
Es decir, la verdad que se manifiesta en una obra de arte es solamente una
ilusión de la verdad. Con el tiempo, la idea de que el arte debe responder a la
verdad será sustituida por la idea de que en él debe predominar la belleza. El
arte empezará a adquirir autonomía por sí mismo, independientemente de su
relación con la realidad. Así las teorías formalistas prescinden del contenido
y del significado en el arte, que ya no representa nada y en el que solo cuenta
la forma. El arte se convierte, así, en creación pura. En la actualidad
conviven ambas tendencias: encontramos tendencias realistas, como el arte pop,
y otras, como es el caso del arte abstracto, que prescinde de elementos
figurativos para concentrar su fuerza expresiva en formas y colores sin
relación con la realidad visual.
3.3.) Estructura de la obra
de arte.
En toda obra de arte, tanto
plástica como musical o literaria, se distingue entre su contenido y su forma.
El contenido es el tema del que trata y que expresa la obra. La forma es la
organización que el artista hace de en el expresa la creación del artista y se
constituye la obra como única y singular. El contenido de la obra de arte se
expresa siempre a través de una forma. Leemos el siguiente texto de
Delgado-Gal:
“¿Por
qué nos dedicamos al complejo ejercicio visual de descubrir formas en las obras
de artes? Porque somos sensibles a la forma nos producen placer. ¿Y por qué el
arte no es un caos de formas placenteras, sino un conjunto organizado de
formas? Porque nuestra sensibilidad visual está pautada: reaccionamos, por
ejemplo, a ciertas formas, y no sólo reaccionamos a ciertas formas sino que
transitamos de unas a otras de acuerdo a leyes que en gran medida nos son
desconocidas. Pero estas leyes subyacen a los cambios de estilo y al gusto
estético: son las que ahorman, desde dentro, la creación y percepción del
arte.”
La relación entre contenido
y forma ha sido entendida de muy distinta manera por las teorías estéticas.
Unas consideran que la forma está estrechamente ligada al contenido y otras la
consideran independiente.
Para los griegos, cada cosa
tenía una forma adecuada a lo que es, por lo que el aspecto de cada objeto es
el más apropiado para representarlo. En consecuencia, en el arte clásico, las
formas tienen que seguir ciertos cánones. No obstante, el artista tenía la
suficiente libertad para interpretarlo.
En la Edad Media, como el
arte está vinculado a la religión, su tema lo determina el teólogo, pero la
forma es asunto del artista.
En el Renacimiento se
aspira a lograr obras perfectas desde el punto de vista formal. El hombre es el
modelo del arte. Toda obra de arte, incluso las arquitectónicas, deben estar en
correspondencia con las proporciones del hombre.
En la época moderna se
rechaza esta idea de arte regido por cánones y, aunque se sigue distinguiendo entre
contenido y forma, se considera la forma lo esencial del arte.
En el
s. XX, la teoría formalista del arte sostiene que sólo la forma determina el
valor estético de la obra, sobre todo en las artes visuales y musicales. También
se tiene en cuenta el condicionamiento de las leyes configurativas de la propia
percepción.
VOCABULARIO.
CANON
Y SECCIÓN ÁUREA: se entiende por canon una regla que se debe seguir en la
realización de algo. En arquitectura y escultura, al ser normas proporcionales
matemáticas, pasa a tener el sentido de medida o proporciones. En la escultura
griega era muy importante el canon que determinaba las proporciones de las
figuras humanas y que varió según las épocas. Con respecto a la sección áurea,
los griegos creyeron descubrir aquí un misterio: la sección áurea se situaría
precisamente en el ombligo, con lo que la ley divina de la armonía numérica
estaría también enlazando las generaciones a través de los sucesivos cordones
umbricales. La aplicación de la matemática al arte, pues, tuvo más de dogma
invisible que la fórmula para acrecentar el placer sensible.
CUESTIONARIO:
1)
Definir los siguientes conceptos: arte, obra
de arte, experiencia estética, armonía, fantasía, forma, canón, sección áurea.
2)
¿Cuándo se puede afirmar que cierto producto
bello es una obra de arte?
3)
¿En qué consiste la experiencia estética?
4)
Leer el texto de Goodman (pag 1) y responder:
a) ¿cuáles
son los dos momentos que señala para que una obra se constituya en obra de
arte?
5)
Resume las distintas maneras de entender la
relación entre el arte y la realidad que supone la “mímesis” y el “formalismo”
6)
Leer el texto de Hume de la pag 3:
a) ¿Cuáles
son las expresiones en las que el autor destaca el aspecto subjetivo de la
belleza?
b) ¿Qué
distingue la belleza de la fealdad?
7)
Explica la diferencia que hay entre
contenido y forma en una obra de arte.
8)
Lee el texto de Delgado-Gal de la pag 3 y
responde:
a) ¿Qué
significado tiene para él el término forma?
b) ¿Por
qué cree que somos sensibles a las formas?